Restaurantes extraños y visitas ¡muy rápidas! en Toulouse (Francia)

¡Hola a todos!

Tenía pensado seguir con mi relato del puente y contaros mi mini-viaje a Segovia y luego a Madrid, pero hoy finalmente os traigo un post sobre mi visita a Toulouse (Francia) que hice hace hace unas semanas por motivos de trabajo y que os quería contar hace tiempo.

Tras eso retomaré mi relato sobre el puente, claro, pero quería contaros antes la visita de un día que hice a Toulouse por motivos profesionales y en la que, sin embargo, me dio tiempo a hacer un poco de turismo- ¡muy rápido! -por la ciudad.

Además, tuve una comida de negocios en un restaurante la mar de peculiar, al que me llevaron para mi sorpresa. Ya os diré luego si grata o ingrata sorpresa… Jajajaja.

Pero empecemos por el principio… Fui en coche a Toulouse desde bien tempranito, me llevaba un asociado con el que tenemos muy buen rollo. Él iba a un evento comercial que celebrábamos en la ciudad y yo tenía un par de reuniones. Volveríamos por la tarde.

Desde nuestra ciudad se tarda en coche a Toulouse unas 4 ó 5 horas, pero la verdad que fueron amenas; ya que el chico que me llevaba y yo tenemos una edad similar (e incluso conocidos en común) y anduvimos de charleta todo el camino.

Llegamos sin incidencias y él se quedó en el hotel donde se celebraba el acto (La Cour des Consuls), mientras yo, como tenía tiempo hasta la comida (unas dos horas), me dispuse a dar una vuelta por el centro.

Una que es previsora, y teniendo en cuenta que tenía el móvil sin internet, el día anterior me había preparado una ruta por lo más destacado de ver en Toulouse y me la llevaba impresa junto con indicaciones en un montón de hojas.

La gente me miraba por la calle porque iba mirando todo el rato el el manojo de papeles… Me sentí muy vintage, jajajaja. Pero la verdad que ir sin móvil tiene su encanto XD

Lo cierto es que finalmente me perdí (¡como no!) y no pude ver todo lo que me hubiera gustado, pero aun así pude disfrutar de la magnificencia de la Place du Capitole, mucho más grande de lo que me esperaba; y del encanto de las principales calles comerciales de la ciudad (de suelo empedrado la mayoría y con comercios locales), como la Rue d’Alsace-Lorraine que va desde la famosa y comunicada Place Esquirol a las proximidades de la Place Wilson (como su famosa estatua). O la mucho más estrecha Rue Saint-Rome, en el corazón de la zona histórica de Toulouse, que comienza en la Place du Capitole y que contrasta con la parte más moderna de la ciudad que empieza más adelante, entre otras muchas cosas.

Me quedé con ganas de ver el Jardín japonés, pero ya me quedaba muy lejos y no quería llegar tarde a la cita que tenía para comer. ¡Para la próxima vez! 😉

Aún así, fue un paseo la mar de agradable y que me dejó un gran sabor de boca respecto a la ciudad de Toulouse. ¡Ahora tengo ganas de volver pronto! Eso sí, he de confesar que los tacones no van muy bien con el empedrado de la ciudad y las prisas que yo me gastaba… ;P

Cuando llegó la hora de la reunión, me desplacé de nuevo (no sin dificultades ) a la Place Esquirol, pues allí habíamos quedado. Y entonces, me comentó que había reservado en un restaurante no lejos de allí un tanto especial. Yo le dije que me parecía estupendo que «innovara», pero me quedé un poco así, porque aunque yo como de todo, soy un poco delicadita con la comida…

Cuando finalmente entramos en el restaurante y vi cómo era, me di cuenta de que efectivamente sí que era especial, o al menos era distinto al típico restaurante «normal» al que estamos acostumbrados en España, especialmente para una comida de negocios.

Pero eso ya os lo contaré en el próximo post, que no me quiero extender hoy de más… ;P

¡Hasta la próxima!