Las 5 mejores anécdotas de viaje de mi padre ;D

¡Hola a todos!

Me quedan pocos días para mudarme a Madrid, ya os iré informando :). Tengo mil cosas qué hacer, pero he querido sacar un huequito para un post que se me ocurrió este mismo viernes… Estaba tomando algo con unos amigos, y como siempre, el tema viajes salió a relucir. Y yo no sé cómo acabé contándoles las mil y una anécdotas que ha protagonizado mi padre en todos los países que hemos visitado… Jajajaja.

Y es que si yo soy única generando anécdotas de todo tipo, especialmente cuando viajo (ya os he contado por aquí unas cuantas XD), mi padre es definitivamente ¡el rey de las anécdotas viajeras!

Por cierto, os presento a mi padre, feliz en la imagen con un helado XXL Jajajaja

Así que os voy a enumerar el top 5 de anécdotas graciosas/curiosas que ha protagonizado mi padre estando de viaje, dejando la mejor para el final, claro… Estoy segura que os gustarán, anda que no han dado sus anécdotas para horas y horas de risas con familiares, amigos y conocidos… Jajajaja. He intentado seleccionar las que, en mi opinión, son las más graciosas, aunque por haber, hay miles.

Ahí va el Top 5:

5. Cuando se perdió en la grandiosa Times Square de New York por quedarse mirando una pantalla gigante, y cuando lo encontré al de varios minutos de búsqueda desesperada, me echó la bronca por dejarle tirado… Hay que tener morro, jajajaja. Ahora cada vez que sale Times Square en la tele, dice: «Allí me perdí yo». Y una sonrisa medio orgullosa le cruza el rostro. Con dos… narices.

4. Cuando me dio un apretón tras la cena en el Moulin Rouge de París y mi padre fue corriendo a nuestro hotel (mientras yo me sentaba en el escaloncillo de la tienda de Chanel que estaba al lado- todo glamour soy yo XD- porque no podía más) y entró gritando: ¡¡TOILET, TOILET, TOILET, TOILET…!! («tualé») ante la mirada más que atónita de los huéspedes y personal del hotel.

3. Cuando le detuvieron en la frontera de Estados Unidos porque su nombre coincidía con el de un delincuente (al parecer) y le llevaron a una sala de interrogatorios sin él saber gotita de inglés, y se quedó tan tranquilo (en plan, fíjate que guay que me detienen); mientras mi madre casi crea un conflicto diplomático USA-Spain colándose en espacios reservados del aeropuerto y gritando que le habían secuestrado al marido como una loca.

2. Cuando al equivocarse en el aeropuerto de París bajando unas escaleras mecánicas, decidió que la mejor idea era subir por esas mismas escaleras que bajaban, con dos maletas en la mano, de forma que andaba y andaba y no avanzaba en las escaleras. Como esta chica pero con dos maletas en la mano, y por tanto sin poder agarrarse a la barandilla: https://www.youtube.com/watch?v=69gMotm0Kmw

Finalmente lo consiguió, pero no veas lo que nos reímos mi madre y yo durante los no sé cuantos minutos que estuvo así, tropezones varios incluidos.

1. Cuando en un McDonald’s de Berlín pidió una «McChildren» en vez de una hamburguesa McChicken, ante la sorpresa mayúscula del que le atendía. JAJAJAJAJA. Se ve que las hamburguesas de niños no se llevan mucho en Alemania… ;D

Y os puedo decir que hay muchísimas anécdotas más: en Bruselas, en Frankfurt, en varios pueblos de Italia y Francia… ¡Incluso en Vigo! Jajajaja. Pero eso ya lo dejo para otro día, igual tengo que plantearme iniciar una serie de anécdotas viajeras de mi papá ;P

¡Hasta la próxima!