Hola a todos,
¿Cómo estáis? Seguro que tras la Semana Santa algo más relajaditos 😉
Yo ya estoy de vuelta al trabajo, pero me gustaría contaros sobre la escapadita que hice la semana pasada a mi país favorito: Francia. Tengo un poco el síndrome de Estocolmo, porque trabajo para una institución francesa en España y voy y me marcho de vacaciones a Francia, jajajaja.
No os había comentado nada de este viaje, porque fue una decisión de última hora, así en plan espontáneo XD. Pero la verdad que no puedo estar más contenta, lo pasamos genial y además fui a una zona de Francia en la que ya he estado más veces y que me encanta: las Landas.
Las Landas, en la región de Nueva Aquitania, son bastante conocidas en el País Vasco por su cercanía, entre otras cosas. Sin embargo, he notado que en Madrid no son tan populares, y es una pena porque es una zona de Francia super bonita y super agradable. ¡Y con buen tiempo! No sé por qué, pero cuando voy desde Bilbao, es cruzar la frontera, pasar Bayona y demás, y según voy entrando en las Landas empieza a lucir el sol. ¡Es una pasada!
El caso es que siempre que iba a las Landas (es ya mi quinta o sexta vez) siempre me quedaba por la zona de Hossegor, Moliets, Capbreton… Concretamente, en el maravilloso pueblo de Vieux-Boucau, que adoro y del que ya he hablado en diversas ocasiones en este blog. Me perdonaréis, pero es que esas casitas como de cuento, el lago marino, la playaza…. Este pueblito es de en sueño.
No obstante, en esta ocasión decidimos subir un poco más para arriba dentro de las Landas y nos quedamos en Biscarrosse, lugar además en donde nació una de mis compis del trabajo. Biscarrosse- que como la mayoría de pueblos en las Landas, tiene lo que es el pueblo y luego la versión playera del mismo, Biscarrosse-Plage- no defraudó. Es tan cuqui como Vieux-Boucau, un poco más grande eso sí, y super agradable.
La gente de las Landas, y que me perdonen mis compañeros XD, es mucho más amable que el francés medio, y el ambiente general es relajado y disfrutón. El primer día que estuvimos por allí el tiempo estuvo regular, lo que no nos impidió turistear de lo lindo por los pueblos cercanos a Biscarrosse, como Mimizan. Los días siguientes ya hizo un calor del demonio y un sol que se agradece bastante.
Aprovechamos el tiempo a tope por las Landas y vimos un montón de cosas chulis, que os contaré en el próximo post. ¡No os lo perdáis!
Hasta la próxima 🙂
¡Viajando se aprende! 